El nombre de Simone Veil es una referencia ineludible al hablar de la legalización del aborto en Francia. No por nada el presidente de ese país, Emmanuel Macron, le regaló a Alberto Fernández una biografía suya en reconocimiento a la sanción de la ley de Interrupción Voluntaria del Embarazo (IVE) en la Argentina.
Veil fue ministra de Salud del gobierno conservador de Valéry Giscard d’Estaing. Fue nombrada en 1974 y el entonces primer ministro, Jacques Chirac, le dio luz verde para avanzar con la despenalización del aborto.
Un ícono de los derechos de la mujer, Veil libró esa batalla y fue blanco de duras críticas de los conservadores que rechazaban el proyecto. El parlamentario oficialista Jean-Marie Daillet llegó a acusarla en la Asamblea Nacional de querer arrojar fetos al “horno crematorio”.
Nació en Niza, el 13 de julio de 1927. Murió el 30 junio de 2017 a los 89 años de edad. “Que su ejemplo pueda inspirar a nuestros compatriotas, que encontrarán en él lo mejor de Francia”, la despidió entonces Macron en Twitter. “Encarnó la dignidad, el valor y la integridad”, la elogió también el socialista François Hollande. Todos los partidos políticos franceses, de la ultraderecha de Marine Le Pen a la izquierda radical de Jean-Luc Málenchon, le rindieron homenaje.
Nacida como Simone Jacob en el seno de una familia judía, estuvo detenida en Auschwitz. En ese campo de concentración murió su madre, víctima del tifus en Auschwitz. Su padre y su hermano fueron asesinados en Lituania y nunca se hallaron sus cuerpos.
Sólo Simone y dos hermanas se salvaron del nazismo. A los 17 años fue trasladada, a pie, desde Auschwitz a Mauthausen y luego a Bergen-Belsen. Era la prisionera 78651 y nunca se borró de su brazo ese número que le tatuaron los nazis.
Una vez finalizada la Segunda Guerra Mundial estudió Derecho. También se casó con Antoine Veil e ingresó a la carrera judicial y comenzó su vida pública. Estaba a la izquierda de la derecha gaullista y a la derecha del socialismo moderado.
A principios de los 60 luchó por los derechos de los argelinos perseguidos por el ejército colonial. Se plantó a la izquierda de la derecha gaullista y a la derecha del socialismo moderado. Al final de esa década fue nombrada en un cargo del Ministerio de Justicia por el entonces presidente francés Georges Pompidou.
«No podemos seguir cerrando los ojos ante los 300 mil abortos que, cada año, mutilan a las mujeres de este país, que ofenden nuestras leyes y humillan a aquellas que los padecen», planteó en el histórico discurso que brindó el 26 de noviembre de 1974 durante una multitudinaria marcha en favor de la iniciativa, aprobada tres días después.
Cinco años más tarde encabezó la lista del partido de Giscard para el que fue el primer Parlamento Europeo elegido por voto universal al cuerpo continental. Se convirtió en la primera mujer en acceder a ese cargo, que mantuvo hasta 1983.
Sobre el final de la presidencia de François Mitterand, Veil volvió a hacerse cargo de la cartera de Salud. Tras su salida del gobierno en 1995, se dedicó el resto de su vida a mantener viva la memoria del Holocausto.
Fuente: Pagina12