Viviendas quemadas, familias evacuadas, colegios vaciados ante la huida desesperada de familias y docentes, enormes pérdidas de bosque nativo. El saldo de los incendios que afectaron al sur de Punilla es enorme, Pero en Córdoba, como ocurre en otras zonas preciadas, se teme por una motivación oculta: la de los desarrolladores que aprovechan tierra quemada para después iniciar proyectos.

El fuego comenzó el lunes a la mañana en la zona de Cabalango. Si bien se investigan los orígenes, los fuertes vientos y la sequía continua contribuyeron a que el fuego avanzara con enorme velocidad hacia Icho Cruz, Cuesta Blanca, Tala Huasi y Mayu Sumaj. El martes la situación más crítica se vivió en Villa Carlos Paz, en los barrios Altos del Valle (más conocido como «400 Viviendas») y en la zona del Aeródromo de Playas de Oro. Por la densidad del humo y la cercanía de las llamas, hubo casi medio centenar de familias evacuadas. Ese mismo día detuvieron a un joven de 27 años: admitió haber encendido una fogata para “calentar café”. Sin embargo, vecinos y organizaciones denuncian que se trató de un incendio intencional.

“Todos sabemos cómo son los especuladores inmobiliarios en Punilla y en Córdoba. Prendieron fuego medio Punilla y los responsables sabemos quiénes son”, expresó a VillaNos Radio Federico, vecino de Cuesta Blanca. Su casa fue devorada por las llamas.

Foto: @PoliciaCbaOf

Jorge Boido, coordinador del Departamento de Comunicación de la Cooperativa Integral (Coopi) de Villa Carlos Paz, mencionó al joven que admitió haber hecho una fogata para hacerse un café: » Un chango que hizo fuego para calentar algo para tomar. Pero está siempre la metodología de lo inmobiliario…. Fuego y luego loteo».

La sospecha no es fortuita ni exagerada. Desde hace cuatro semanas, la Secretaría de Ambiente provincial está desarrollando una audiencia pública para evaluar el estudio de impacto ambiental del emprendimiento Club Vacacional Veneto 360.

Se trata de cuatro torres de departamentos, un centro comercial, un restaurante, predio deportivo, pileta y las oficinas de la propia desarrollista. Pretende emplazarlo en un predio de siete hectáreas, en los alrededores de la torre de El Pato, a 900 metros del lago San Roque y muy cerca del límite con Villa Carlos Paz.

¿Cuál es la cuestión? Precisamente esa zona fue afectada por un voraz incendio en el año 2020.

La Asociación de Amigos del Río San Antonio (Adarsa) se manifestó categóricamente en contra del emprendimiento que pretende emplazar “en una zona con bosque protegido”.

“Esa zona es categoría roja según la Ley de Bosques y no se debe desmontar”, remarcaron desde la ONG que, entre otras destacadas acciones, ya logró impedir con un amparo ambiental el desarrollo de un emprendimiento inmobiliario en San Antonio de Arredondo también proyectado sobre zonas amarillas y rojas.

En un comunicado, ADARSA planteó que “en la misma comuna en donde se va a desarrollar este emprendimiento hay una marcada escasez de agua en época estival. A pesar de esto, el proyecto incluye -sin sonrojarse- varias piscinas con borde infinito y una cascada de grandes dimensiones. Ocupará un total de 7 hectáreas, con un complejo de 32 mil metros cuadrados y seis torres, impactando directamente en el embalse y el bosque nativo que se está recuperando naturalmente luego de los incendios del 2020”.

Foto: @PoliciaCbaOf

Protección selectiva

La otra cuestión que hace poner la mirada en la voracidad inmobiliaria es la denuncia de que el accionar de bomberos fue selectivo en la protección de viviendas. “Cuidaron las casas de la gente rica, de la gente que tiene poder adquisitivo”, denunció Yanina Arias, vecina del barrio Comechingones de Cuesta Blanca.

“Vimos cómo los bomberos eligieron cuidar las casas que tienen grandes piletas y a nuestros ranchos se los llevó el fuego», añadió.

El barrio afectado en Cuesta Blanca forma parte del RENABAP (Regional Nacional de Barrios Populares), históricamente estigmatizado. Se trata también de tierras sobre las cuáles hay apetencia inmobiliaria.

“La mentira –concluyó Federico– de que se le escapó un fuego a alguien no se la cree nadie. Vamos a seguir acá. Parados y firmes, por más que se nos hayan quemado las casas”.  «

Fuente: Tiempoar