Es difícil decir cosas que no se hayan dicho de esta selección nacional que tiene al país entero estrepitado y lleno de ilusión. Pero lo voy a intentar porque la nota de esta semana no podía ser de otro tema y porque, me atrevo a decir, esta es la mejor selección que vi y las razones son muchas.
No se trata del fútbol sino del amor. El amor por la camiseta, por el país y por Messi. Lo que sucede es único ya que se ponen en jaque algunos preconceptos de qué significa ser un buen jugador de fútbol en un país en donde son ellos quienes marcan, de alguna forma, la cancha de la masculinidad. ¿Pero qué tienen estos chicos de distinto respecto al resto? Para hablar del asunto, entrevisté a la periodista y relatora Natalia Maderna y analizamos qué pasa con la scaloneta y el amor entre los jugadores.
Porque existe Lio Messi, entonces
No es novedad que los varones se permiten muchas cosas dentro de la cancha que, fuera de ella, son casi imposibles. Tal vez porque el fútbol es, de alguna manera, la sublevación de la guerra, son los jugadores quienes lo dan todo y es en ese contexto en donde la pasión mata masculinidades tóxicas y arrasa con llantos acumulados ante tanta presión. O tal vez porque son personajes tan enormes representativamente hablando que lo hacen porque pueden. Lo que sí es cierto es que ésta selección en particular rompió varios estereotipos. “Yo creo que lo que está pasando en el fútbol tiene que ver con una liberación por parte de los jugadores que va de la mano de la admiración que existe entre ellos. Esta idea de admirar todos a Messi, entonces los 25 restantes no tienen miedo al qué dirán por demostrarle amor a una persona que, hay que decirlo, amamos todes”, explica Maderna.
La figura de Messi como estandarte, capitán, mesías, da vueltas alrededor de las conjeturas que se pueden hacer para intentar explicar por qué estos varones se animan a expresarse así de tiernamente el amor. “Yo creo que de un tiempo a esta parte ha empezado a pasar con Messi como una figura a la que no todos amamos, sino que todos admiramos. Esta necesidad de demostrar públicamente pero sin miedo al qué dirán es algo que no solía ocurrir. Vemos a De Paul, a Di María, a Tagliafico y demás y desde la Copa América para acá estas demostraciones pública de amor aparecen. Los jugadores se tocan, se besan, se abrazan y publican en sus redes sociales palabras hermosas. ‘Messi, te amamos, sos el mejor, con vos todo es más lindo y más fácil’, son declaraciones netamente de amor que un poco los humanizan y los llevan a un terreno de lo cotidiano, del amor entre seres humanos. Los bajan de esa instancia robotizada que pueden llegar a tener los futbolistas y los pone en un lugar de igual a igual”, sostiene la especialista.
La violencia es una de las características del fútbol y es, además, potestad de los varones. Antes, durante y después de los partidos son los hinchas quienes activan por manija o frustración peleas que muchas veces terminan en tragedia. ¿Una selección amorosa puede modificar esta estructura? “No sé si estamos todos y todas en ese nivel de análisis, me parece súper interesante lo que está pasando pero creo que quienes van a cantarle a ‘la abuela, la la la la la’ tal vez no tienen en cuenta todo esto. Creo que en las bases sociales estructurales y analíticas podemos darnos el gusto de hablar de qué está pasando con la demostración de cariño y de amor, porque está pasando, porque lo vemos, no es algo que queda en la intimidad, pero siento que estas nuevas formas de jugar al fútbol calan en las generaciones que vienen y no tanto en las que ya están”, reflexiona Maderna.
De las redes al mundo
Dentro de la cancha ser cariñoso nunca fue un problema. De hecho, Maradona protagonizó varias situaciones de amor en explosiones de gol, el tema es que en esta selección la cuestión amorosa también sucede afuera de la cancha y eso es lo interesante. “Me parece clave hacer hincapié en que esto lo están haciendo público hasta en sus redes sociales, que De Paul cuente que Otamendi es un osito de peluche pero que en la cancha te come, es una aclaración importante porque lo que terminan diciendo es ‘tranca que por ser humano y por ser cariñoso, no voy a dejar de romperla en la cancha´”, analiza Natalia.
Pasaron muchas cosas en este mundial que generaron debates fuera del ambiente futbolístico. Una de esas secuencias fue el stream que protagonizó el Kun Aguero junto a Messi y otros jugadores. En esa charla que duró casi una hora hubo reclamos amorosos sin tapujos y algunos detalles ricos para sumar a este análisis. “Cuando el Kun le pregunta a Lionel en dónde están durmiendo y él le dice en ´nuestra habitación´, ahí hay algo. Digo, la composición de nuestra habitación en este análisis, si querés hasta sociológico que estamos haciendo, habla de un lugar íntimo entre dos varones figuras en la selección argentina. Y nadie necesitó un subtítulo para entender que estaban hablando de la habitación que Lionel y el Kun compartieron durante 20 años, porque Lionel empezó en la selección tan chico como el Kun y a partir de ahí hicieron todo un camino juntos”, comenta Maderna.
Pero ese no fue el único momento de intimidad por stream. Messi, un poco en chiste, un poco en serio, le reclamó al Kun que sólo le mandaba mensajitos cuando estaba aburrido y el Papu Gómez contó que dormían la siesta entre varios de los jugadores en la misma cama. Lo genial de esta última apreciación es que no necesitaron aclarar nada ni siquiera excusarse por semejante acto, la siesta se duerme cucharita y punto. La naturalización de estos actos amorosos con ausencia de chistes alineados a ser homosexual nos dicen que, al menos en este grupo de jugadores, las prioridades parecen ser otras.
Por ejemplo la salúd mental. Hace algunas semanas el arquero estrella de la selección contó que ante tanta presión, él iba a terapia. Las declaraciones se volvieron virales porque fue la primera vez que un jugador argentino hizo referencia a la importancia de la salúd integral y las redes se llenaron de memes de mujeres enamoradas porque los varones, en general, no hablan de sus sentimientos, ergo, les cuesta más ir a terapia.
Lo que se viene, ¿es mejor?
Aún así, no se trata de idealizar. Las estructuras patriarcales del fútbol están firmes. Los cánticos homófobos o xenófobos gozan de buena salud y la violencia de las hinchadas más feroces resiste ante una pequeña embestida de amorosidad y respeto. ¿Podrá esta selección contagiar a través del cariño, la empatía y la dulzura? “Es hermoso que las infancias, que mi hija y que nuestros hijes, estén viendo a varones que una vez que se terminan los 90 minutos de juego vayan a abrazarse y cuando se abracen lloren y se besen. Si vos me preguntabas hace 30 años atrás, si esto iba a pasar yo te iba a decir que no”, sostiene la relatora.
“Y si me preguntabas hace 30 años atrás, qué tipo de jugadores quería que mi hija vea, yo creo que es ésta selección, porque hay un cambio en el mensaje que se baja de jugadores, estrellas del fútbol mundial, que aman también jugando a la pelota más allá de que aman jugar a la pelota, que eso es otro tipo de amor y que ese amor sí está permitido en el fútbol, porque amar a la pelota te hace entrar dentro de los estereotipos de un macho alfa, jugador de fútbol que todo lo puede, sin llorar, rodeado de minas. Pero lo que está pasando ahora con los varones y el mensaje tácito que bajan un Pablo Aimar llorando en el banco de los suplentes, un Scaloni abrazando a su hijo y sentándolo en la silla de papá, es distinto y es genial”, agrega.
Estos vínculos reflejados indican que tal vez se estén construyendo otros referentes, más humanos y más tiernos. Si pensamos los mismos hechos pero en el contexto de Argentina del 86, por ejemplo, nada de lo que sucede, sucedería de la misma forma. Los contextos hacen e influyen en estas transformaciones culturales tan profundas. “El beso entre Caniggia y Maradona era otro momento histórico. De hecho, no es que hizo ruido ese pico, era Maradona y era Cani, cómo no lo iban a hacer si podían. Y lo cierto es que después de eso no pasó nada, no se habló de otras masculinidades por ese beso. Entonces, si pensamos que el mensaje busca romper estereotipos y construir otros referentes desde el fútbol para afuera, me parece que ya ganamos”, finaliza.
Fuente: Filonews