Activistas, profesionales y consumidores aseguraron que el veganismo «no para de crecer» y destacaron que este tipo de alimentación basada únicamente en plantas, es más sostenible, por lo cual ayuda a combatir el cambio climático, al celebrarse mañana el Día Mundial de esta práctica que excluye el consumo de productos animales.
«El veganismo no para de crecer, la tendencia es irreversible. El veganismo explota en todo el mundo y Argentina no es la excepción, por más que tenga una tradición fuertísima con el consumo de carne», dijo a Télam Manuel Alfredo Martí, fundador y presidente la Unión Vegana Argentina (UVA).
Martí explicó que «hoy es mucho más fácil» llevar esta alimentación gracias a que hay dietéticas en los barrios, opciones veganas en los restaurantes, establecimientos gastronómicos específicos y miles de productos certificados de origen vegetal en los supermercados. «Acá lo que manda es la demanda, el consumidor vegano está obligando a las empresas a que se empiecen a reconvertir. La gente empezó a tomar conciencia de lo que le sucede a los animales en los mataderos o criaderos, y también por el tema ambiental y de salud», aseveró el activista.
Según el último estudio realizado en 2020 por la UVA, la población vegana y vegetariana en Argentina había llegado al 12%.
Según la última edición de la investigación Taste Tomorrow, realizada por el sitio Puratos en base a consultas con más de 20.000 personas en 50 países, «el 53% de los argentinos muestra un interés creciente en las opciones a base de plantas, especialmente en productos de panadería y repostería».
«Estamos ante un crecimiento impresionante», aseguró Martí y sostuvo que el veganismo «es una posición ética que rechaza el uso y la explotación de los animales para cualquier fin, no sólo en la alimentación sino también en productos de aseo personal, vestimenta o entretenimiento, entre otros».
Maximiliano Vasconcel, de 34 años y oriundo de Pilar, Buenos Aires, es vegano hace un año y comentó que «hoy en día es más simple porque hay muchos productos y páginas de redes sociales con recomendaciones».
«Fue algo escalonado, siempre comí poca carne, sentía que me caía pesada, entonces de a poco fui dejando primero las carnes rojas, después el pescado, los fiambres y la miel. Después cambié el champú y ahora busco cómo ir siendo cada vez más vegano en mis consumos», comentó sobre su cambio.
«El veganismo aporta educación sobre el impacto que tienen los productos que consumimos sobre nuestro cuerpo y el mundo, además de empatizar con los demás seres que son parte del ecosistema», afirmó Vasconcel.
Según Naciones Unidas, una alimentación basada en plantas tiene una menor intensidad de gases de efecto invernadero en comparación una dieta de origen animal, por lo cual su adopción ayudaría a frenar el cambio climático.
«Más de un tercio de todas las emisiones de gases de efecto invernadero producidas por la humanidad se relacionan con los alimentos. Los alimentos de origen animal, especialmente las carnes rojas, los productos lácteos y los crustáceos de piscifactoría, se asocian habitualmente con las mayores tasas de emisión», advirtió la ONU en su web y explicó que los alimentos de origen vegetal «suelen usar menos energía, terrenos y agua».
«La forma más efectiva que hoy tiene la humanidad para frenar el calentamiento global es dejar de consumir carne, lo dice la ciencia», sostuvo Martí e indicó que «además el veganismo es más barato, fíjate cuánto vale un kilo de garbanzos o de lentejas comparado con un kilo de carne, y tienen las mismas propiedades nutricionales como hierro y proteínas».
Agustina Coronel Levaggi, nutricionista especializada en dietas basadas en plantas, explicó a Télam que «la evidencia científica ya avala este tipo de alimentación en cualquier etapa del ciclo de vida: desde lactancia, infancia, embarazo, adolescencia, adultos mayores y hasta personas que hacen deporte de alto rendimiento».
«Cada vez tengo más consultas, viene creciendo, si bien no es algo nuevo. Los motivos vienen desde la no explotación a los animales hasta el tema medioambiental o salud», comentó la especialista y resaltó que «las carnes rojas y procesadas están relacionadas a las enfermedades cardiovasculares».
En cuanto a la vitamina B12, que es el suplemento que toman las personas con dietas veganas, Coronel Levaggi aclaró que esa vitamina «es de origen bacteriano y se les da a los animales, por ende uno está siendo suplementado a través de ellos, si sos vegano te suplementás sin intermediarios».
«Obviamente es un privilegio poder preocuparse de qué comer, ya que en Argentina la crisis económica a veces hace que uno no pueda elegir. Yo veo que en la gente hay más conciencia de la salud en general, más preocupación por el descanso, la actividad física y la buena alimentación», concluyó la nutricionista.
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