Jorge Julián Christe, un hombre de 32 años hijo de una exjueza, fue condenado ayer a prisión perpetua luego de que se lo encontrara culpable del femicidio de su novia Julieta Riera, asesinada el 30 de abril del año pasado.
Julieta fue golpeada y posteriormente arrojada por él desde el balcón de un octavo piso de un edificio del centro de la ciudad de Paraná, Entre Ríos.
Christe fue condenado con la carátula de «homicidio triplemente agravado por el vínculo, alevosía y por haber sido cometido mediando violencia de género», lo que supone una pena de prisión perpetua que deberá cumplir en la Unidad Penal 1 de la capital entrerriana.
Durante el juicio, horas antes de conocer el veredicto, el acusado se declaró no culpable y expresó: «Soy inocente, a Juli la amaba con el alma, y tengo la conciencia tranquila de que nunca le habría hecho daño», dijo.
La made del condenado, la exjueza en lo Civil y Comercial de Paraná Ana María Stagnar aseguró que su hijo “nada tuvo que ver con el hecho en sí”y que la causa es un “invento perverso”.
Por su parte, el fiscal Ignacio Aramberry calificó a Christe como «un violento de manual», y que esa violencia «afectó directamente a Julieta, que iba en aumento progresivamente hasta que un día terminó matándola», apuntó.
Sobre la noche del crimen precisó que luego de «matarla se fugó y recurrió a la madre, que le solucionaba los problemas, y quiso contactar a un abogado antes que a emergencias».
Por otro lado, la familia de Julieta presentó pruebas de violencia de Christe hacia ella, como mensajes de la mujer como: «Tu hijo me da miedo, toma un poco y me pega. Se pone como loco, yo lo amo pero así no puedo».
Además, la hermana y la madre de la víctima declararon haber visto signos de violencia en la chica mientras convivía con su novio como moretones y lastimaduras.
El femicidio
Julieta tenía 24 años y estudiaba para terminar el secundario. Tenía un hijo menor de edad de una relación anterior. Convivía con Jorge Julián Christe desde hacía un año y medio.
Allegados a la pareja aseguraron a la fiscal del caso que «la relación estaba caracterizada por la violencia de género».
Un 30 de abril del 2020, entre las 2.20 y 2.50 de la mañana, la joven fue arrojada por Christe del balcón del departamento 5 del octavo piso del edificio de la calle San Martín 918, donde residía junto a él.
Según la autopsia, su cuerpo presentaba más de 31 lesiones, hematomas, hemorragias y excoriaciones en el rostro, cuello, brazos y piernas, según determinaron «fueron anteriores a la caída», principalmente las lesiones en la zona del cuello.
Fuente: Filonews