Una mujer de 61 años fue encontrada asesinada y con signos de haber sido abusada en una casa de la localidad bonaerense de San Fernando. Por el femicidio detuvieron a su expareja, que tiene denuncias previas por violencia de género y quien en un primer momento alegó que se había tratado de un suicidio, informaron este martes fuentes policiales y judiciales a Télam.
La víctima fue identificada como Rafaela Martínez y tenía tres hijos en común con el ahora imputado, Maximiliano Soto, también de 61 años. Fuentes cercanas a la familia aseguran que la relación se había terminado luego de que ella manifestara sufrir maltrato psicológico y económico de parte de él.
El hecho ocurrió en horas de la mañana del pasado domingo, en el actual domicilio del hombre, ubicado en Gilardoni al 5500, en la zona norte del conurbano.
(Rafaela Martínez y tenía tres hijos en común con el ahora imputado, Maximiliano Soto)
De acuerdo a la versión de Soto, él salió de su casa a las 4.40 para realizar una compra y al regresar a la vivienda, dos horas después, encontró a la mujer muerta en el interior del inmueble, ahorcada y colgada de una viga, como si se hubiese tratado de un suicidio.
Fue él quien hizo el llamado a la Policía. Al llegar los efectivos encontraron una escena que creen que fue montada para simular que la mujer se había quitado la vida. A su vez, la médica que revisó el cuerpo halló varios signos que reforzaron la hipótesis de un crimen.
Una fuente judicial indicó a Télam que la mujer presentaba signos de violencia incompatibles con el suicidio. A su vez, estiman que el cuerpo estuvo en posición horizontal y que el horario de muerte se contradice con el que, según el sospechoso, se habría producido el suicidio.
La médica también advirtió signos de un posible abuso sexual, aunque los investigadores aguardan los resultados de la autopsia.
En tanto, los hijos de Martínez declararon luego que su madre había denunciado a Soto por violencia de género y que pesaba sobre él una medida cautelar que le prohibía acercarse a ella.
Los voceros indicaron que los hijos sospecharon desde un inicio que se trataba de un homicidio y no de un suicidio, y contaron que ellos habían ayudado a su madre a alquilar un lugar para vivir por su cuenta y que no sabían que ella seguía en contacto con él.
Ante todos estos elementos, el fiscal de la causa, Matías López Vidal, de la Unidad Funcional de Instrucción (UFI) de Género de Virreyes, dispuso la aprehensión de Soto y lo acusó de «homicidio agravado por el vínculo, por ensañamiento y por femicidio».
Las fuentes judiciales señalaron que, en las últimas horas, el sospechoso fue indagado por ese delito – que prevé la prisión perpetua -, y que se negó a declarar ante el fiscal.
Fuente: filo.news