El cannabis es una de las drogas más utilizadas en el mundo. Ampliamente estudiados sus efectos, se sabe que entre los más comunes, que pueden variar ampliamente de persona a persona, se incluyen una mayor percepción sensorial, risa, alteración de la percepción del tiempo y aumento del apetito. Mientras que otros pueden experimentar, en vez de relajación y euforia, síntomas como ansiedad, miedo, desconfianza o pánico; efectos son más comunes cuando se consume demasiada cantidad, cuando la marihuana es más potente de lo esperado o si la persona no tiene experiencia.
Ahora, un equipo de investigadores de la Universidad de Granada, en España, descubrió que fumar cannabis también altera drásticamente la visión, aunque más del 90 % de los usuarios creen que no tiene ningún efecto en su visión, o solo un efecto leve.
Uno de los efectos más conocidos de fumar marihuana son los ojos rojos. Esto sucede porque el THC o tetrahidrocannabinol, el principal constituyente psicoactivo del cannabis, reduce la presión arterial, dilata los vasos capilares e incrementa el flujo de sangre alrededor del cuerpo. Esto hace que los vasos sanguíneos de los ojos se dilaten, provocando enrojecimiento. Sin embargo, el impacto de la marihuana en la visión periférica, el cambio de la presión ocular y el procesamiento visual aún no se comprende por completo.
Este estudio, publicado en la revista Scientific Reports en Nature, se propuso entonces analizar los efectos sobre la visión y relacionarlos con los percibidos por el usuario. Para ello, el equipo de investigación realizó un exhaustivo ensayo visual a 31 consumidores de cannabis, tanto cuando no habían consumido ninguna sustancia previamente como cuando estaban bajo el efecto de la droga. Asimismo, estudiaron la percepción de los participantes sobre los efectos visuales de haber consumido.
Los resultados mostraron que, tras el consumo, empeoraron significativamente aspectos visuales como la agudeza visual, la sensibilidad al contraste, la visión tridimensional (estereopsis), la capacidad de enfoque y la sensibilidad al deslumbramiento. Sin embargo, el 30 % informó que su visión no había sufrido ningún cambio, mientras que el 65 % respondió que había empeorado solo un poco.
«Estos resultados, junto con la falta de concienciación que presentan los participantes sobre la discapacidad visual provocada por fumar cannabis, indican la necesidad de realizar campañas de sensibilización, ya que este deterioro visual puede suponer un peligro a la hora de realizar las tareas cotidianas», escribieron los autores en un comunicado.
Fuente: Filonews