El empoderamiento femenino en el campo de la tecnología, sus avances y retrocesos en pandemia, fue el tema del encuentro realizado por la Embajada de Israel en Argentina, junto a la Cámara de Comercio Argentino Israelí, este martes por la mañana –hora argentina–, en forma virtual. Junto a la embajadora de Israel en Argentina, Galit Ronen, y a la Directora de Economía, Igualdad y Género del Ministerio de Economía, Mercedes D’Alessandro, que inauguraron el evento, perfiles disimiles del ámbito público y privado como Cecilia Nicolini y Andrea Grobocopatel, debatieron sobre “los desafíos y las oportunidades para la inclusión económica y tecnológica de las mujeres” a partir de experiencias argentinas e israelíes.
Las exposiciones fueron armando una trama que combinó lo personal y el análisis de la actualidad, donde según los datos, la brecha se amplifica. Desde la infancia de la embajadora Ronen, a su ingreso como oficial del ejército, y su reconocimiento de que “algo diferente pasaba con las mujeres», por ser «la única oficial mujer, en una reunión”, grafica, hay un recorrido. “En cancillería fuimos 5 mujeres y 25 hombres –señala Ronen–, hoy tenemos más paridad. Fuimos cambiando. ¿Estamos donde queremos? No. ¿Es el camino correcto? Si, y queremos que sea más rápido y mejor”, propuso.
La pandemia evidenció las faltas del mapa digital, y la tecnología promueve la inclusión social definió D’Alessandro al referirse a la necesidad de “cerrar las brechas digitales que van desde el acceso a la conectividad, a la participación real en las filas del sector”. La funcionaria, nacida en Misiones, recordó que de niña “quería estudiar computación, pero la escuela donde se enseñaba era de varones. Tuve que estudiar letras”, comentó sobre los estereotipos. En políticas como el IFE, entregado en 2020, o en la educación en forma remota, la brecha digital se expuso. “El Estado tuvo que dar un salto y volver a programas como Conectar Igualdad, hoy Juana Manso, para que los niños y niñas puedas acceder a la educación”, explicitó.
Más de 120 personas escuchaban. Entre las ocho exposiciones, quedó definido un panorama de oportunidades antes las evidentes dificultades. Las políticas públicas fueron retomadas por Cecilia Nicolini. El desafío para la participación de las mujeres en la economía es reconocer que «la discriminación existe» sostuvo. En las oportunidades señaló: «hay un sector que preocupa y es el de la tecnológica, los datos, la inteligencia artificial. Ahí el famoso techo de cristal es de silicio, más opaco y difícil de romper”. La tecnología porta un machismo explicito e implícito. «No solo reproduce el machismo que traemos, sino que puede amplificarlo. Si no cambiamos esto van a pasar 200 años para que tengamos las mismas oportunidades”, afirmó Nicolini.
“El camino es juntarnos y poder articular, discutir y producir ideas, para no tener que esperar 200 años”, aportó Andrea Grobocopatel, presidenta de la Fundación Flor, y parte de la legendaria familia asociada a la innovación tecnológica. “En las empresas familiares hay pros y contras: son fundadas por hombres, hasta hace pocos años hacerte un lugar no era fácil, pero no hay que ser víctima y quedarse esperando. Hay que pedirlo y explicar por qué nos interesa”, recomienda. “Hay que fortalecerse y formarse, el techo de cristal existe, tenemos que desnaturalizarlo” señala. “No solo las mujeres, ni los gobiernos, ni los sindicatos –puntualizó–, todos tenemos que hacer cosas para que el cambio suceda”.
Fuente: pagina12