No hay mala madre: ordenaron liberar a María Ovando

El juez César Jiménez hizo lugar a un habeas corpus presentado por Norita Cortiñas. En la última década María fue el blanco de la Justicia patriarcal y racista: la juzgaron dos veces con causas llenas de prejuicios. Una, por la muerte por desnutrición de una de sus hijas. La segunda, por no impedir un abuso sexual, con una condena de 20 años de cárcel.

María Ovando vivió la última década juzgada por mala madre. Parió a su primer hijo a los 14 años. A los 36, ya tenía a su cargo 12 hijxs y dos nietxs. Y padecía los maltratos de su marido. Todxs juntxs vivían en situación de extrema pobreza en Colonia Delicia, Eldorado, Misiones. María estuvo un año y medio presa por no impedir la muerte por desnutrición de su hija Carolina, de 3 años. En 2012 el Tribunal Penal N° 1 de Eldorado la absolvió después de que el movimiento feminista y organizaciones de Derechos Humanos nacionalizaron su causa. Ese mismo tribunal la juzgó en octubre del 2020 por no impedir el abuso sexual de otra de sus hijas y de una de sus nietas. La condenaron a 20 años de cárcel. Este martes la Justicia hizo lugar a un habeas corpus y ordenó su libertad.

María no sabe leer ni escribir. Nunca tuvo un empleo formal: trabajó en casas particulares, como tarefera, cosechando la yerba mate y hasta picó piedras en una cantera. Cuando quedó absuelta en 2012, inició una causa civil contra la Justicia por daños y perjuicios por el tiempo que estuvo presa injustamente. En 2020, la Justicia la consideró “facilitadora o encubridora” de los abusos de las nenas que, en ese momento, tenían 5 y 9 años. Por segunda vez en su vida María fue juzgada por “mala madre” y, por primera vez, condenada.

Este martes el juez César Jiménez, del Juzgado Correccional y de Menores Nº 2 de la 1ra Circunscripción Judicial de Misiones, hizo lugar al habeas corpus presentado en diciembre por Nora Cortiñas, madre de plaza de Mayo Línea Fundadora. Después de escuchar a María Ovando ordenó la liberación.

Según comunicaron desde Misiones, la resolución se enmarca dentro del control de convencionalidad y se distingue de la mayoría de las resoluciones judiciales de la provincia. Se trata de una reparación a la arbitrariedad del Tribunal que la condenó y ordenó su detención.

“Esta resolución prestigia al poder judicial de Misiones frente a la mayoría de las resoluciones arbitrarias y con sesgo autoritario”, dijo Eduardo Paredes, unos de los defensores quien valoro la actitud del juez Jiménez.

“Se está reparando en algo todo el daño que sufrió María, sus hijxs y toda su familia en estos años de persecución judicial” agregó Roxana Rivas otra de las defensoras.

Desde Buenos Norita Cortiñas siguió atentamente el desenlace y agradeció el acompañamiento de todas las organizaciones y movimientos feministas y de derechos humanos que fueron parte del reclamo.

Cronología de la justicia machista contra María 

2011

A fines de marzo, el Juzgado de Instrucción 1 de Eldorado procesó a María Ovando, quien vivía en condiciones de extrema pobreza junto a sus 12 hijxs, por el delito de abandono de persona calificado por la muerte de una de sus hijas. Le dictó prisión preventiva y María quedó presa.

2012

En octubre, en el Encuentro Nacional de Mujeres que ese año se realizó en Posadas, se armó una comisión en reclamo de la liberación y absolución de María Ovando. La causa se nacionalizó y María recibió apoyo y acompañamiento de organizaciones feministas y de derechos humanos.

En noviembre, después de que María pasara un año y medio presa, el Tribunal Penal 1 de Eldorado la absolvió.

Una vez absuelta María demandó al Estado por daños y perjuicios por el tiempo que estuvo presa siendo inocente.

2015

A María la volvieron a imputar por “mala madre”. Esta vez, por no impedir el abuso sexual de una de sus hijas y una de sus nietas. La causa se inició a raíz de una denuncia que hizo la abuela de las niñas.

En la misma causa y como autores del hecho, la justicia misionera imputó y dictó prisión preventiva a Marcos Laurindo y Lucas Ferreyra, ambos de 24 años.

Desde el principio de la causa, las fechas del hecho son imprecisas: al principio, iban de 2012 a 2015. Pero a medida que avanzaba la investigación quedó claro que en 2012 las niñas no estaban al cuidado de Ovando, por lo que no se la podía culpar a ella.

2017

Ante el vencimiento de la prisión preventiva de Laurindo y Ferreyra, la jueza Mirta Andino consideró que no había pruebas para mantenerlos detenidos y los liberó. La fiscal de instrucción Viviana Alderice apeló la decisión por considerar que había peligro de fuga. La Cámara tardó 10 meses en resolver esa apelación, durante los cuales Ferreyra y Laurindo estuvieron libres. En ese lapso ninguno de los dos se fugó. Y cuando llegó el nuevo pedido de detención, haciendo lugar a la apelación de la fiscal, ambos se presentaron espontáneamente en la Justicia. Y volvieron a ser detenidos.

2019

La causa se elevó a juicio, aún sin una fecha precisa sobre cómo ni cuándo ocurrió el abuso sexual. La fiscal de instrucción estableció un plazo aproximado de dos años: habría ocurrido entre 2013 y 2015.

En 2013 Laurindo y Ferreyra eran menores de edad, por lo que deberían haber sido juzgados bajo el Régimen Penal Juvenil. Eso no sucedió.

2020

El 21 de septiembre comenzó el juicio contra Ovando, Laurindo y Ferreyra, a cargo del mismo tribunal que absolvió a María en 2012.

El 22 de septiembre el juicio fue suspendido tras la inhibición del presidente del Tribunal, Atilio León, quien consideró que “la vaguedad de la acusación no le permite determinar qué debe juzgar”. Es que la fiscalía no pudo precisar los hechos ni exactamente cuándo ni dónde sucedieron.

El 29 de septiembre el Equipo Misionero de Derechos Humanos, Justicia y Género y referentes del feminismo pidieron la recusación del fiscal Federico Rodríguez por “hostigamiento y estigmatización” hacia María Ovando.

El 8 de octubre se reanudó el juicio, con el nuevo tribunal conformado.

Durante el juicio, la defensa de Ovando insistió en que se investigara otra hipótesis sobre la autoría del abuso sexual, que implicaría a Digno Monjes Armoa, uno de los yernos de la abuela de las niñas. En una de las audiencias, la mujer reveló que en 2015 (el mismo año que se inició esta causa contra María) había denunciado a Armoa por intentar abusar de una de las niñas a su cargo. Y no sólo eso: también se reveló que ese hombre, fue condenado por abuso sexual simple. Ni la fiscalía ni el tribunal tomaron en cuenta esa causa ni la vincularon con esta.

El 28 de octubre el Tribunal Oral Penal 1 de Eldorado dictó la sentencia: condenó a María Ovando a 20 años de prisión por no haber impedido el abuso sexual de su hija y su nieta. A Laurindo y Ferreyra, los condenó a 18 y 12 años respectivamente.

A María se la llevaron del Tribunal detenida y esposada. Afuera, estaban las personas de diferentes organismos que la vienen acompañando en todas las audiencias. La Policía los reprimió.  En Posadas, se realizó una marcha por la absolución de María, Lucas y Marcos.

Fuente: Cocecha Roja