El Ministerio de Salud de la Nación publicó una guía con «Recomendaciones para la atención integral de la salud de niñeces y adolescencias trans, travestis y no binaries». “Como mamá de una niña trans siento una gran emoción, por ser parte de este proceso histórico. Es otra gran conquista”, destacó en diálogo con Página 12 la comunicadora Romina Pezzelato, que vive en Traslasierra y cuya hija tiene 6 años y empezó a transicionar a los 4. Pezzelato es integrante de La Casita Trans: varones, niñeces y familias de Córdoba y participó en la elaboración del material, que se presenta este miércoles a las 16 con la participación de la ministra Carla Vizzotti, autoridades del Ministerio de las Mujeres, Géneros y Diversidad de la Nación, de Organización Panamericana de la Salud, integrantes de equipos de salud, de organizaciones del colectivo LGBTI+, de la Sociedad Argentina de Pediatría y también tomará la palabra una adolescente trans.
Se trata del primer documento específico elaborado desde el Estado a partir de una mirada que reconoce y respeta la diversidad de género, sexual y corporal, en consonancia con lo establecido por la Ley de Identidad de Género.
Las Recomendaciones apuntan a evitar situaciones de violencia institucional en ámbitos de la salud, hospitales públicos, clínicas o consultorios privados, que se sostienen todavía en prejuicios y desinformación a la hora de atender a niñeces y adolescencias trans, travestis o no binaries, explicó Pezzelato, que trabajó en el cuadernillo como consultora en comunicación de la OPS. El documento fue elaborado desde las direcciones de Géneros y Diversidad, Adolescencias y Juventudes y Salud Perinatal y Niñez, del Ministerio de Salud.
“Cuando vamos a una consulta de cualquier especialidad, quienes acompañamos niñeces trans vamos con el radar activado. Siempre se transitan escenas delicadas. Mi hija todavía no tiene el cambio registral y eso suele ser el puntapié para violencias que se inician apenas ingresas al sistema de salud, cuando tenés que enfrentar a una secretaria. Me ha pasado de ir a la dentista y estar con Gema al lado y tener que explicarle a la secretaria que tenía que registrarla como Gema y ante su negativa, decirle que tenía que llamarla como Gema, mientras veía que la anotaba con su identidad anterior. Las familias ponemos mucho el cuerpo para evitar que esas violencias sean advertidas por nuestros hiijes”, señala Pezzelato. En un texto publicado en La Marea Noticias contó sobre la transición de Gema, que a partir de los dos años les manifestó a ella y al papá, su sentirse nena.
En tono didáctico, el cuadernillo explica qué es la identidad de género y cómo se expresa en el proceso de transición en niñes y brinda una serie de recomendaciones para los servicios de salud. En primer lugar, recuerda que La Ley de Identidad de Género establece en su artículo 12 el derecho de todas las personas, en especial niñes y adolescentes, al trato digno. Es decir, a ser reconocidas y nombradas por su identidad autopercibida, “en todos los ámbitos institucionales (tanto públicos como privados) y desde el momento en que lo explicitan, sin importar que hayan realizado o no el trámite de cambio registral”.
Esto implica –dice la guía– la revisión de los procedimientos y protocolos de las instituciones de salud y la adecuación de las historias clínicas, las entrevistas estandarizadas, los formularios para tramitación de medicaciones, entre otras cuestiones.
En ese sentido, sugiere:
• Preguntar a niñes y adolescentes cómo prefieren que se les nombre y de allí en más, nombrarles de ese modo.
• Incluir en todo instrumento de registro (planilla de turnos, historia clínica, certificados, expedientes, etc.) únicamente el nombre expresado, coincida o no con el que figura en el DNI.
• Para llamar en público, utilizar el nombre de pila de su elección. Llamar por el apellido cuando no se sepa si el nombre que figura en los registros es el que utiliza.
• Utilizar pronombres y artículos de acuerdo a la identidad de género de la persona: masculino, femenino o emplear modos no binarios (por ejemplo, utilizando la “e”). Cuando existan dudas, preguntar qué pronombre prefiere que se utilice.
De acuerdo con el informe elaborado por la Asociación Civil Infancias Libres, sobre una muestra de cien experiencias trans relevadas, las primeras expresiones de la autopercepción de un género distinto al asignado al nacer, se dan principalmente entre el primero y los 4 años de edad (46%), y en segunda instancia entre los 5 y 8 años (31%). Es decir, en casi 8 de cada 10 de los casos estas manifestaciones suceden antes de los 9 años.
La presentación del nuevo documento con recomendaciones para los servicios de salud se puede seguir este miércoles a partir de las 16 por el Canal de Youtube del Ministerio de Salud de la Nación https://www.youtube.com/user/msalnacion
Fuente: Pagina12