Cristian Moreno Garzón tenía 27 años y llegó a Buenos Aires en 2019 para hacer un posgrado en cirugía equina. El 15 de diciembre sufrió un brote psicótico en la pensión donde se alojaba en La Plata y fue detenido. Lo trasladaron a la unidad penitenciaria psiquiátrica 34, donde estuvo hasta el 20 de diciembre cuando, al recibir una golpiza que lo dejó inconsciente, tuvo que ser trasladado al hospital de Melchor Romero. Según el servicio penitenciario, fue otro interno quien le pegó, pero hay una investigación en curso. Murió en las últimas horas, tras dos meses internado en coma.
Tras dos meses de internación, falleció Cristian Moreno Garzón, un joven colombiano que había llegado a La Plata en 2019 para hacer un posgrado en cirugía equina y, luego de haber sufrido un brote psicótico en la pensión donde se alojaba, fue encarcelado. En la Unidad 34, donde lo encerraron luego del episodio, fue atacado a golpes y quedó en coma. En esas condiciones llegó al Hospital Alejandro Korn, de Melchor Romero, donde falleció en las últimas horas.
“Según el servicio penitenciario fue otro interno. Sea como haya sido, el Estado es responsable”, señaló a Página/12 Sandra Raggio, titular de la Comisión Provincial por la Memoria (CPM), que había presentado un habeas corpus a la jueza de Garantías Marcela Garmendia para solicitarle el sobreseimiento del joven.
“Fue detenido por un supuesto delito que nosotros evaluamos como un problema psiquiátrico”, relata Raggio y advierte que “Cristian fue criminalizado”.
El jueves 13 de febrero, una semana antes de su fallecimiento, la jueza aceptó la solicitud y tomó la decisión de sobreseerlo. “Cristian murió en libertad, pero ahora es indispensable que la justicia avance en la investigación”, expresó la CPM mediante un comunicado.
Cristian Moreno Garzón había llegado a La Plata en julio del 2019, para realizar la segunda parte de su práctica en veterinaria, que había iniciado en Colombia. Era una práctica que dependía de la facultad de veterinaria de la Universidad de Buenos Aires, pero se llevaba a cabo en las inmediaciones de La Plata. Por eso, había alquilado una habitación en una pensión de la capital bonaerense.
“Tuvo un cuadro psicótico repentino, nadie se lo esperaba”, relató Yenifer Galindo, activista de la agrupación Colombia Humana. El brote ocurrió el 15 de diciembre. “No tuvo padecimientos ni de tipo físico ni mental en ningún momento de su vida”, señaló y contó que “cuando estaba teniendo el cuadro psiquiátrico, tuvo un forcejeo con una compañera de la pensión, que fue quien llamó al 911”, sin embargo, posteriormente “la víctima no fue a denunciarlo”.
Al llegar a la pensión, la Policía detuvo a Cristian y lo llevó a la comisaría 2 de La Plata, donde un médico del mismo organismo lo revisó. “A pesar de la descompensación y de que no detectaron delito, lo llevaron preso. Este nivel de vulneración de los derechos hace pensar que en vez de que nos atiendan en el hospital podemos terminar encerrados”, señaló Sandra Raggio.
Un día después, la fiscal Cecilia Corfield le tomó indagatoria sin la presencia de un abogado, y al otro día, mientras seguía alojado en la comisaría, lo llevaron a la guardia de salud mental del hospital Alejandro Korn. “El tratamiento del caso fue totalmente irregular, y estas inconsistencias del sistema vulneran el acceso a la justicia”, afirmó Raggio.
Esa semana el joven pasó su primera noche en la unidad penitenciaria psiquiátrica 34, donde estuvo hasta el 20 de diciembre cuando, al recibir una golpiza que lo dejó inconsciente, tuvo que ser trasladado al hospital de Melchor Romero. “Todas las personas que están en esa unidad deberían estar en hospitales”, advirtió la titular de la CPM, que cada año realiza un informe sobre el estado de las cárceles en la provincia de Buenos Aires. “Las condiciones de ese penal son espantosas, debería estar bajo la órbita del Ministerio de Salud y no solamente de la Justicia”, agregó.
Cuando Mariela, la madre de Cristian, se enteró de lo que pasó, su hijo ya estaba internado en el hospital. Sacó pasaje, y en enero llegó a la Argentina. “Lo único que quiere es que se investigue y poder saber lo que pasó”, relató Yenifer Galindo que, junto a la agrupación, se encargó de recibir y acompañar a la madre de Cristian.
“Dicen que fue una sola persona, que fue una riña entre internos, pero en todo caso esa persona también estaba desatendida de su salud mental”, comentó la referente de la organización política y agregó que “por la magnitud de los golpes, creemos que pueden haber sido más personas y no necesariamente internos del penal”. Ahora los familiares de Cristian esperan que se esclarezca la causa, que está bajo investigación penal.
Mariela contó a Perfil que su hijo eligió Argentina “porque amaba a este país”. Y que quería estudiar con los mejores veterinarios. “Estaba preparando la convalidación de su título”, dijo. La intención de Cristian era radicarse en el país y trabajar en su pasión.